JESUS LOPEZ ZULUETA

SON COSAS DEL NIÑO QUE LLEVO DENTRO, A LA VEZ ES TAN ABSTRACTO, METAFÓRICO E IMPREVISIBLE EL UNIVERSO QUE NOS RODEA QUE TODO PUEDE SER

Por el agua se intuye que todo se transforma y nunca nada desaparece, dada nuestra semejanza con la naturaleza se puede pensar que somos algo más que una masa de agua y mineral.

Somos materia y espiritualidad, por tanto somos una formación de “microorganismos” que provienen de cada una de las cosas que se pueden ver, tocar y sentir, por tanto:

Somos calendario del tiempo en pasado, presente y futuro.

Somos día, noche, aire, frío, hielo y calor.

Somos ansiedad, tristeza, rechazo y miedo.

Somos volcán, tormenta, invierno, pecado y virtud.

Somos primavera, verano, otoño, prado, valle, monte, mar, lago y rio´.

Somos familia, amistad, alegría, humor, sorpresa, fauna y flora.

Sobre todo somos aquel niño que un tiempo fuimos, simplemente que tiende a crecer, empujado por él mismo u otras fuerzas que van modelando su físico en modos, formas y medidas propias del ser adulto.

Jesús López Zulueta. (BEASAIN, ABRIL 2025)